El Ayuntamiento finaliza la remodelación de la Plaza Cabriles como punto de encuentro y disfrute de los vecinos de La Loma de La Mezquita

El alcalde y el edil de Obras Públicas han realizado una visita técnica a este espacio que se ha dotado de nuevas zonas de juegos y de pista de petanca, además de mobiliario urbano, una fuente, jardinería y luminaria renovada.

En los próximos días se van a instalar una docena de bancos nuevos con respaldo, ubicados en toda la plaza, principalmente en las zonas de sombra y junto a la pista de petanca.

La actuación, que ha tenido un coste de casi 160.000 euros, ha incluido también la corrección del desnivel descendente que presentaba el terreno, con la colocación de jardineras con plantas aromáticas en los parterres.

El Ayuntamiento de El Ejido ya ha finalizado el proyecto de mejora, modernización y rehabilitación de la Plaza Cabriles en La Loma de La Mezquita. El alcalde, Francisco Góngora, y el concejal de Obras Públicas, Alberto González, han realizado una visita técnica a este espacio que se ha dotado de nuevas zonas de juegos, pista de petanca, fuente, iluminación, jardinería y mobiliario urbano, como bancos y papeleras.

En los próximos días se van a instalar una docena de bancos nuevos con respaldo, ubicados en toda la plaza, principalmente en las zonas de sombra y junto a la pista de petanca.

Además, el proyecto ha incluido la corrección del desnivel descendente que presentaba el terreno. Para ello se han colocado jardineras con plantas aromáticas en los parterres que originaban el desnivel y modernizado el sistema de riego.

Esta importante actuación, que ha tenido un importe de casi 160.000 euros, ha transformado esta plaza, entre las calles Loma de la Mezquita, Mecina Bombarón, García Lorca y Emilia Pardo Bazán, en un punto de encuentro y disfrute de los vecinos de todas las edades.

Las dos zonas de juego se han equipado con suelo de caucho y juegos accesibles y orientados a distintas franjas de edad; es decir, una zona infantil para niños de hasta los seis años y una para niños entre los seis y los catorce años. Además, se ha protegido todo el perímetro por un vallado perimetral de colores que establece la separación de estos dos espacios del tráfico rodado. Por último, se ha procedido a la reubicación de los aparatos biosaludables existentes.